HÁBITOS

Me gustaría ser una de esas personas que les  es fácil escribir todo lo que piensan o que a diario pueden publicar un escrito o subir un vídeo, creo que son personas apasionadas por la vida y que tienen claro lo que por el momento les gusta. Es gratificante ver que existen personas que pueden llegar a donde me gustaría llegar, porque la realidad es que, por ejemplo, si empiezo a grabarme como especie de un diario, pero en vídeo, no duro más de una semana (hecho comprobado) ya luego me aburro o no tengo deseos de seguir en eso y prefiero ver las incontables películas que tengo en mi lista en Netflix o ver qué hay de Nuevo en HBO GO o terminar el libro que empecé a leer a inicios del mes.

Pero según J. K. Roling, autora de los famosos libros de Harry Potter, la inspiración se debe trabajar diariamente, en una entrevista esta dijo que la inspiración no es algo que llega y se va, es algo que se trabaja un poco cada día hasta que forme parte de tu vida. Me gustó mucho esta reflexión, pero se me ha hecho difícil poder realizarla. Entiendo perfecto que lo que quiso dejar dicho la autora no es más que crear un hábito de sentarse y escribir, o realizar cualquier actividad que uno quisiera que formara parte de su vida. Pero también con la experiencia he aprendido que las cosas suceden cuando deben de ocurrir no cuando uno quiere ni de la forma que uno quiere que sucedan, cosas tan simples como escribir, como programar una reunión hasta cosas más complicadas como vivir en otro país, empezar tu propia compañía, mudarte de tu casa… pasan cuando deben de pasar no cuando uno quiere que sucedan y no es que uno no ponga su granito de arena para que sucedan, claro que no nos podemos quedar con los brazos cruzados pero tampoco nos podemos volver locos queriendo controlar el cuándo, dónde y cómo a nuestro entender deben pasar las cosas.

Por ejemplo tengo un mes sin publicar un escrito y no porque no tuviera deseos de hacerlo es que simplemente me encontraba identificando nuevas emociones y cualidades de mi persona que en el momento eran confusas y al no poder identificarlas, no encontraba la forma de expresarme. Por lo que en vez de frustrarme decidí dejar que las cosas tomaran su curso y en mi interior sabía que cuando estuviera lista volvería a escribir y con mucho más material porque tendría tantas cosas que contar y tantas experiencias que compartir, que no podría resistirme a querer escribirlas.